He llegado a la conclusión de que nada vale ir saltando de isla en isla si al final no vas a salir de la playa. Cada isla en el sur de Tailandia tiene algo que la hace única, ya sea paisajisticamente, o por la historia que tiene detrás.
Según el gobierno tailandés el 95% de la población del país es budista, lo que deja un ridículo 5% para musulmanes y otras religiones minoritarias. Pero parece ser que esta cifra no es del todo correcta. Atendiendo a datos de otras organizaciones, el budismo no llegaría ni al 85%.
Pero en Koh Lanta esta cifras dan un giro con prácticamente el 80% de la población musulmana. Aquí se practica el Islam de una forma bastante laxa, en comparación con los estados mas al sur en la frontera con Malasia. Concretamente son tres estados (Narathiwat, Pattani y Yala), prácticamente en su totalidad musulmanes, que han estado en disputas, y no se puede decir que pacificas, con el gobierno de corte budista, por una independencia musulmana.
Lo curioso de esta isla es la mezcla de culturas que se encuentran hoy y en día debido a su pasado: Primero fueron los Moken quienes se asentaron en el este de la isla (los gitanos del mar de los que hable en Koh Phayam). Después llegaron los musulmanes desde Malasia, y posteriormente fueron los Chinos quienes crearon en Koh Lanta un importante puerto de mercancías.
Posteriormente llego la soberanía tailandesa.
En el puerto viejo se encuentra el único templo chino de la isla, donde por suerte vi como ofrecían la cabeza de un cerdo ( en una isla de mayoría musulmana!!!), que en la cultura china se utiliza para pedir deseos de gran trascendencia. Al contrario que las ofrendas de alimentos en el budismo, en la china, una vez los dioses "se han saciado" la comida de puede llevar a casa para dar buena cuenta de ella.
La mezcla de culturas y religiones no parece alterar la tranquilidad de la isla donde el turismo aun no ha puesto la mano.
La comida ya tiene tildes malayos, con mucho uso del tamarindo y sabores indios.
Como en muchas otras islas y partes del pais, gran parte de la economia local corresponde al cultivo del caucho. Estos arboles son plantados y a los 6 años ya se les puede "ordeñar", haciendoles una muesca en el tronco, que hay que reabrir de vez en cuando, el arbol suelta una especie de leche que se colecta en pequeños recipientes, el latex. Posteriormente, tras procesar este latex, se obtiene la goma que todos conocemos.
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