Siempre he creído que la suma de una cuidad o barrio decadente + unos cuantos artistas que ven potencial de los espacios donde nadie mas lo encuentra, tiene como resultado, con el paso del tiempo, en un nuevo entorno capaz de interesarle a cualquiera.
Una auténtica revalorización de la zona, que ni con la mejor re-planificación urbanística se conseguiría.
En Penang ha sido el esfuerzo de un artista lituano, Ernest Zacharevic, quien ha conseguido devolver a la vida rincones olvidados de la ciudad de Georgetown. A día de hoy es una imagen común del panorama urbano, junto a los rickshaws y puestos de comida calljeros, ver turista de todas las nacionalidades buscando, mapa en mano, por las calles de la ciudad los mimetizados murales del artista.
ENLACE - Articulo de los murales de Ernest Zacharevic
El fantastico China House, a tiro de piedra de la mayoría de los murales de Ernest, es un rincón totalmete acorde con el movimiento cultural de la ciudad, donde es imposible que nadie se sienta inspirado, ya sea con sus exposiciones de arte o conciertos, la cafetería donde las exquisitas tartas se sirven acompañadas de un vaso con ceras para dar rienda suelta a tu imaginación sobre el mantel, o en cualquiera de los rincones de este bar, suma de la acertada restauración y unión de tres edificios coloniales.
Una auténtica revalorización de la zona, que ni con la mejor re-planificación urbanística se conseguiría.
En Penang ha sido el esfuerzo de un artista lituano, Ernest Zacharevic, quien ha conseguido devolver a la vida rincones olvidados de la ciudad de Georgetown. A día de hoy es una imagen común del panorama urbano, junto a los rickshaws y puestos de comida calljeros, ver turista de todas las nacionalidades buscando, mapa en mano, por las calles de la ciudad los mimetizados murales del artista.
ENLACE - Articulo de los murales de Ernest Zacharevic
El fantastico China House, a tiro de piedra de la mayoría de los murales de Ernest, es un rincón totalmete acorde con el movimiento cultural de la ciudad, donde es imposible que nadie se sienta inspirado, ya sea con sus exposiciones de arte o conciertos, la cafetería donde las exquisitas tartas se sirven acompañadas de un vaso con ceras para dar rienda suelta a tu imaginación sobre el mantel, o en cualquiera de los rincones de este bar, suma de la acertada restauración y unión de tres edificios coloniales.
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